En la República Dominicana nos preciamos de tener una Constitución avanzada, a tono con el siglo XXI, pero no se podría decir lo mismo del conocimiento ni del dominio de sus postulados de parte de la inmensa mayoría de los dominicanos.
De nada serviría una Carta Magna perfectamente actualizada y de estos tiempos que corren, si campea por todas partes la ignorancia de lo que manda y abulia para su cumplimiento.
Por eso la mejor manera de ensalzar y enaltecer a nuestra ley de leyes, es que las presentes generaciones la conozcan y observen escrupulosamente sus articulados, para preservarla y defenderla.
En ese contexto reivindicamos los esfuerzos que ha hecho nuestro Tribunal Constitucional para que el país avance hacia una generación constitucional, creada desde los primeros niveles de la escolaridad.
En esa dirección, y como el mejor de los ejemplos de lo que decimos, citamos la publicación de la Constitución Infantil y la necesidad de que ésta se imparta como materia en las escuelas.
Otra iniciativa en igual sentido y que debemos aplaudir es el anuncio del Ministerio de Educación de la publicación de cátedras ciudadanas educativas, entre las que figura la enseñanza de los derechos y deberes contenidos en la Constitución.
Eso hace falta, brindar a nuestros estudiantes una formación en valores personales y sociales como la solidaridad y la lucha por el bien común, el respeto a las diferencias, y para vivir en una sociedad democrática.
Se necesita apostar por una nueva generación, formada sin compromisos ni ataduras con todo lo malo y negativo de nuestro pasado que aún persiste en actitudes, en costumbres, en conductas cotidianas.
Un pueblo que conoce sus derechos nunca será fácil de manipular, porque siempre tendrá a mano formas de exigir que se respeten y se cumplan, pero también sabrá cómo librarse de los demagogos y de los corruptos.
Conocer nuestra Constitución es además una manera simple, pero efectiva, de honrar la memoria de nuestros antepasados que lucharon para que esta patria cuente con un orden jurídico que asegure un futuro de paz y libertad a las generaciones futuras.
