Han pasado 51 años desde aquel 15 de diciembre de 1973 cuando Juan Bosch, después de haberle dicho adiós para siempre al PRD, fundó el Partido de la Liberación Dominicana, una fuerza política que ha desempeñado un papel clave en los más importantes acontecimientos políticos e históricos de este último medio siglo.
Y aunque es inobjetable como también insoslayable el legado de esa organización al engrandecimiento del país y a la consolidación del estado democrático y de derecho por el que hoy transitamos, cabe acotar que aquel partido de cuadros que el profesor vegano fundó con la intención de que fuera un faro intachable de doctrina y fortaleza ideológico, no pudo sustraerse a los avatares tradicionales del acontecer político y a los vaivenes electorales.
Después de haber pasado años de ser una fuerza política minoritaria el PLD recibió el espaldarazo que lo llevó al gobierno con aquel pacto prohijado por Balaguer y aceptado por Bosch, y que convirtió a Leonel Fernández en presidente de la República en 1996.
Con 20 años acumulados en la conducción de los destinos del país, 16 de los cuales fueron consecutivos, el PLD se encuentra actualmente en un proceso de reorganización interna que es a la vez un intento de resurgir y de recuperar el protagonismo perdido.
Lo que no se puede pasar por alto es que el Partido de la Liberación Dominicana ha sido una pieza clave en la preservación de la democracia dominicana y en el fortalecimiento del sistema de partidos políticos, de ahí que los que creemos en la democracia esperamos que de ese resurgimiento emerja una fuerza con una organización basada en la participación de sus mejores cuadros y con una militancia de base que conozca de cerca los problemas del país y esté dispuesta a sumar soluciones.
El PLD es y debe seguir siendo un instrumento del régimen democrático representativo, por lo que aprovechamos esta especial ocasión para felicitar a sus viejos y nuevos miembros, en las personas de su reelecto presidente Danilo Medina y del secretario general Johnny Pujols.
Ojalá que siga aportando sus mejores esfuerzos, que los altos ideales que le dieron origen bajo el liderazgo de Juan Bosch, y su reconocida capacidad de trabajo, aporten al engrandecimiento de la patria dominicana.