La crisis en los hospitales de la República se mostró en el hospital Regional Jaime Mota, de Barahona, donde las noticias alarmantes de muertes de siete niños recién nacidos dispararon las alarmas.
Para las autoridades, las causas de la mayoría de las muertes no residen en las condiciones desastrosas del hospital, sino en que al menos en cinco casos, los niños nacieron prematuros. Sólo les faltó añadir que si las condiciones del centro no fueran tan precarias, y los servicios profesionales fuesen de primer nivel, los decesos no hubiesen ocurrido.
Que haya causas vinculantes, como las condiciones miserables en que empiezan a desenvolver sus vidas los infantes, al extremo de que a no más de diez días de nacido ya había una madre que alimentaba a su pequeño con harina y cualquier otra cosa, es simplemente un indicador de una realidad, la miseria y la marginación social en que viven miles de familias dominicanas, y dramáticamente, en esa región del país.
El hospital de Barahona es parte de las infraestructuras hospitalarias que fueron sometidas desde los primeros días de la actual administración a reconstrucciones profundas. Esa es una de las que no terminan. En efecto, al 23 de abril, el Gobierno apenas había reconstruido y equipado 23 de un total de 56 hospitales intervenidos simultáneamente.
El dato confirma el drama de los hospitales dominicanos. Es un sector descarnadamente en crisis.
A las precarias condiciones en que opera, al hospital hay que agregarle esa circunstancia, al margen de que tiene problemas “hasta con la planta eléctrica”, de modo que cuando el servicio eléctrico se va a pique, lo que es muy frecuente en esa región, todos los servicios quedan al borde del colapso.
En medio de esta situación, se revela que el hospital Jaime Mota no tiene una unidad de cuidados intensivos para recién nacidos. ¡Es increíble! ¡Cómo no se van a morir los prematuros!
Ahora Chanel Rosa Chupany, director del Servicio Nacional de Salud, anunció que el hospital Jaime Sánchez, también de esta ciudad, será transformado en un centro materno infantil. Ese hospital es actualmente subutilizado. Esa medida podría aliviar el drama en el Jaime Monta, que es, dígase de paso, un centro regional al que concurren pacientes de las provincias Independencia, Bahoruco y Pedernales.
El Jaime Mota es sólo un indicador de la crisis.