El desarrollo económico es producto de una suma de factores. Para que alcance la dimensión deseada y se compadezca con las aspiraciones de sus propulsores, debe fundamentarse en la investigación. Por eso, la generalidad de los proyectos surge modernamente a partir de un estudio de la realidad, al margen de iniciativas exitosas espontáneas.
En el caso de un país, los planes de desarrollo socioeconómico con mayor razón se asientan en las investigaciones de la realidad, desde una perspectiva nacional, regional o sectorial.
Por eso el valor de los diferentes estudios en los más diversos campos de la vida de una Nación. En general, resulta clave la información actualizada más que las suposiciones o lo que se pueda considerar prioritario por apreciación.
Por eso, el censo suele ser una herramienta para conocer el estado de una Nación, con lo que cuenta, potencialidades y carencias. Tiene que ver con la población y sus recursos, y toda la información relevante para formarse un criterio lo más completo posible sobre cada una de sus áreas, sea en producción, servicios, comercio, en fin, todas las actividades que envuelve la actividad humana.
Todo lo anterior a propósito del déficit de información actualizada en un sector clave para la vida del país como el agropecuario. De acuerdo a lo publicado el pasado miércoles por el periodista Martín Polanco, desde 1981 no se tiene un levantamiento censal sobre ese sector. En 2015, la Oficina Nacional de Estadística (ONE) presentó los resultados del levantamiento del Pre-censo Nacional Agropecuario, pero no se pudo completar porque el gobierno no dispuso de los recursos.
Ese pre-censo implicó una inversión de RD$113.3 millones, de los cuales la Unión Europea aportó una parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) otra, y el resto, la Oficina Nacional de Estadísticas y el Ministerio de Agricultura.
Sin embargo, durante ocho años, la presidencia de la República dispuso de un programa de inversiones rurales, las visitas sorpresa, sin que necesariamente respondieran a necesidades identificadas en base a una investigación. La prioridad era otra y el censo nacional agropecuario seguirá como punto pendiente de la agenda nacional.