Ahora el manejo de la basura o los desechos en general parece entrar en un nuevo escenario y está concitando la atención de más actores. Se la está considerando desde una perspectiva diferente, como un producto más que un desecho. El anuncio de Dominicana Limpia se inserta en ese temperamento, pero al mismo tiempo hay iniciativas que merecen atención. El alcalde de Santiago Abel Martínez desarrolla su propia agenda. Ha mejorado la limpieza de la ciudad y encara el destino final de los desechos. El lunes dejó instalada una planta recicladora. Se habla hasta de producir energía.
También ayer descubrimos que Dominicana Limpia considera el manejo de la basura como un tema en el sistema escolar. Este aspecto toca un elemento fundamental: la educación de la población, sin la cual los esfuerzos cotidianos o el tratamiento industrial de la misma no será suficiente para encarar el problema de manera definitiva.
Ayer elCaribe reveló estadísticas que confirman la necesidad de abordar la basura en perspectivas más variadas, en atención a hábitos, tradiciones y entornos. Mucha basura va a botaderos. Los municipios simplemente la acumulan en un lugar, sin tratamiento. Generalmente le pegan fuego.
La Oficina Nacional de Estadística (ONE) ha descubierto mediante un levantamiento que todavía el 12.4% de los hogares quema sus desechos, mientras el 4.1% simplemente los tira en un solar o cualquier lugar. El estudio muestra que los municipios retiran un 77.9% generado por los hogares. Quizás no haya diferencia entre el 12.4% que la quema en un patio con el 77.9 recogida por los municipios. Un alto porcentaje de esta última resulta también quemada en los vertederos públicos.
Todo eso significa contaminación que nada tiene que ver con un ambiente limpio.
De todas formas, lo relevante es que nos encontramos en un momento diferente. Se habla de la basura desde otra dimensión. El ejemplo de Santiago, las iniciativas de otros municipios, el plan Dominicana Limpia, la basura como tema en las escuelas. Son indicadores de que se buscan soluciones definitivas a un problema tan viejo como la llegada de los españoles a la isla. Sin solución.