En el mes de noviembre del año pasado, el Banco Popular Dominicano inauguró el Centro Cultural Taíno Casa del Cordón, ubicado en la zona colonial, precisamente en la que fue la primera casa de piedra y de dos plantas de la capital primada de América.
El Banco Popular presentó también recientemente en la FITUR, feria turística internacional en Madrid, este museo que suma un nuevo hito a la oferta de turismo cultural del país, y que viene a enriquecer con su acervo el conjunto de tesoros que jalonan la rica historia de la República Dominicana, sobre todo en cuanto al conocimiento de lo que fueron los primeros pobladores de la isla.
En estos días, y hasta el 31 de enero, el museo alberga la exposición “Maestros de las Artes Visuales. Colección del Banco Popular Dominicano”, que reúne una muestra de 24 piezas icónicas de artistas dominicanos de renombre desde inicios del siglo XX. Pinturas, dibujos y esculturas que ofrecen un recorrido por la evolución del arte nacional más representativo, con obras de Celeste Woss y Gil, Jaime Colson, Paul Giudicelli, Ramón Oviedo, Guillo Pérez, Ada Balcácer, Silvano Lora, Iván Tovar, Cándido Bidó, Elsa Núnez, Luichy Martínez Richiez, Fernando Peña Defilló, entre otros.
Esta muestra pone en contexto el impacto de las migraciones que esta media isla recibió en la década de 1940, terminada la Guerra Civil Española y después de la Segunda Guerra Mundial, y las influencias que trajeron para enriquecer el arte pictórico dominicano.
La exposición permanente “Nuestros Primeros Pobladores” reúne más de 350 piezas arqueológicas, cuidadosamente preservadas gracias a la colaboración de la Fundación García Arévalo, que aportan experiencias audiovisuales y digitales que ofrecen una visión de los pueblos arcaicos y de la cultura de los taínos, que aparecieron después.
Desde objetos cotidianos hasta artefactos ceremoniales, cada pieza revela detalles fascinantes sobre las primeras comunidades de la isla, permite, además, formarse una idea acabada de cómo vivían los taínos, qué tipo de comidas preparaban, que ceremonias organizaban y otros detalles que seguramente interesarán a los estudiantes de arqueología y de otras ciencias sociales como al público en general.
El Centro Cultural Taíno Casa del Cordón, más que como un museo, debe verse como una ventana al pasado que se enlaza al presente cultural de la República Dominicana para preservar su memoria histórica.