Recientemente una importante empresa extranjera en vía de instalarse en el país en el área de las confecciones se encontró con un obstáculo que le pareció inverosímil: no encontraba el recurso humano calificado. La inversión implicaba la contratación de varios miles de operarios. Como el mercado laboral no tenía esa disponibilidad, dos entes públicos salvaron la inversión mediante un programa acelerado de entrenamiento.Tiene que ver con el reconocimiento general de que una de nuestras falencias más graves para alcanzar algunos grados de desarrollo inclusivo es la baja capacitación del capital humano. Se queja a veces de manera específica la industria de la falta de sintonía entre quienes forman técnicos o profesionales y quienes los demandan.
Es un viejo problema que no tiene una solución simple, aunque se reconoce que no ha habido políticas específicas para superarlo. Por un lado, la escuela tradicional no ha orientado sus programas en la dirección deseada. Por el otro, un alto porcentaje de los dominicanos quedan excluidos de cualquier tipo de formación.
Ahora el Estado se plantea superar los déficits de bajo entrenamiento, pero además, disminuir los niveles de exclusión originados en las grandes desigualdades sociales que imposibilitan que muchos dominicanos puedan completar los programas básicos de formación.
Por eso, satisface que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), capítulo República Dominicana, continúe priorizando en sus programas el fortalecimiento del capital humano.
En efecto, los programas de educación pública están siendo reorientados en dotar a los bachilleres de alguna calificación para el desempeño laboral.
Si así ocurriera, algunas áreas de la economía no confrontaran las recurrentes dificultades para contratar recursos humanos y los egresados tendrían oportunidades de empleo y podrían continuar su preparación académica a grados superiores.
En ese sentido, será muy útil el proyecto de Hotelería, Gastronomía y Pastelería que impulsa el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep) en Higüey con acompañamiento de la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD) para formar 1,800 técnicos al año.
Sería interesante que los esfuerzos orientados a mejorar el recurso humano se centren en áreas específicas, sea turismo, salud, educación o los sectores productivos.