Felicitamos al Banco Popular en sus 54 años.
Más de medio siglo de trabajo en constante crecimiento es un hecho muy significativo.
Su apoyo a la producción, el comercio y servicios ha sido esencial para el desarrollo de muchas empresas.
Todo, en base a una visión de compromiso social que tanta confianza genera entre los dominicanos.
Superar los desequilibrios
Quienes han gobernado la República en los últimos trece años no han querido ver y menos analizar de conjunto su legado en materia de crecimiento económico. La realidad es que ha sido impresionante: la economía se ha multiplicado por 2.18 veces.
Ese crecimiento económico es aceptado por la oposición que lo reconoce como una realidad. Sin embargo, lo que no cuadra en la lógica de los organismos internacionales y es materia de cuestionamiento local, es cómo, pese a ese desempeño no se registran mejorías impresionantes en la vida de la gente. Los beneficios se reparten de manera inequitativa.
Quienes gobiernan están en la obligación de buscar los medios que propendan a disminuir la tasa de pobreza, todavía por encima de un 30% de la población, lo mismo que el desempleo, más de un 14% de dominicanos, totalmente por encima de la media regional, que es de un 7.6%.
Hoy 7 millones 312,006 dominicanos están afiliados a un servicio de salud, pero todavía hay rezagos graves en los servicios hospitalarios. Las clínicas de clase media están abarrotadas porque un apreciable porcentaje de afiliados no se aventura a acudir a un centro público. Elevar la calidad de la salud es también tarea pendiente.
Aplaudimos la inversión en educación, pero el servicio de salud no puede presentar igual credencial. Habrá que esperar que el anuncio del Presidente Danilo Medina de que terminará al menos 60 hospitales en construcción o reparación sea una realidad este año.
Es inaplazable que las autoridades desentrañen las causas que provocan los grandes desequilibrios entre crecimiento económico y mejoría de la calidad de vida de la gente.