Sesenta mil muertos por drogas en Estados Unidos el año pasado (2016) de los cuales 35 mil estadounidenses fallecieron por sobredosis de heroína.
La droga en Estados Unidos ha pasado a ser la principal causa de muerte para personas de 50 o menos años; lo cual significa que supera para ese rango de edad las muertes cardiovasculares y cerebrovasculares, el cáncer, los accidentes automovilísticos y los homicidios.
Los datos presentados reflejan sólo un aspecto del problema, el más grave; pero, ¿cuántas personas son destruidas “en vida” a partir de los efectos que de deja el consumo de drogas?
No sólo para Estados Unidos sino para el mundo esa es una realidad a enfrentar y transformar que debería atribuírsele la más alta prioridad.
Esa nación que al mismo tiempo tiene mayoritariamente las mejores universidades del mundo (8 de las 10 mejores) y ha sido líder en la industria y ahora además en las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), tiene que sobreponerse a esa gran tragedia.
Por lo que siendo justos en cuanto a darle la cara a esa terrible realidad, el presidente Donald Trump, así como ha sido tan criticado -con toda razón- por tantas políticas desacertadas, merece un reconocimiento por haber declarado como emergencia nacional la denominada “epidemia de la heroína”, una de las más terribles expresiones del consumo de drogas; pero, ¡atención! cuidado con no ver el problema a partir del análisis de todas las formas de drogas y consumo y más allá de la heroína.
Ya el 29 de marzo tuvo efecto en la Casa Blanca una reunión del presidente Trump con varias personalidades y agencias relacionadas con la lucha contra las drogas. En el marco de dicho encuentro se anunció la constitución de la Comisión de Combate a la Drogadicción creada por orden presidencial y la cual el pasado jueves 10 de agosto llevara al presidente Trump a declarar el estado de emergencia al tiempo que se presentaran los datos que comentamos al inicio de este artículo.
Recordar que ya el 8 de mayo pasado el Secretario de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, John Kelly, en el Atlantic Counsil de Washington expresaba que: “Los Estados Unidos hace casi nada para acabar con la demanda interna de drogas”.
Dado el impacto en desestabilización que el consumo de drogas en Estados Unidos tiene en el mundo y ahora de forma extrema al interior de su territorio, además de todas las formas de violencia que genera, la decisión y acción de la administración Trump al respecto, es una buena noticia dentro de esa gran tragedia.