Cuando el PLD estuvo en el poder -con énfasis 2008-2020- hubo dos temas-crítica que fueron fijación periodísticas recurrentes de una retahíla de “hacedores de opinión pública” y de la oposición política representada en el partido que hoy gobierna (otra franja mayoritaria PRD). Esos dos temas -más la promesa de eliminar una serie de instituciones infuncionales e innecesarias- tenía que ver, uno, con los sueldos de altos funcionarios (ministros, miembros de consejos y de otras instituciones técnicas descentralizadas); y el otro, con una dizque dictadura de “partido único” que tenía el control en las cámaras legislativas y otras instancias gubernamentales -Consejo de la Magistratura, altas cortes, etcétera-, y bajo ese discurso la inobservancia del necesario contrapeso en los poderes públicos. Sin embargo, y como por arte de magia, esa crítica política-mediática, prácticamente, desapareció una vez la otrora oposición -y su caja de resonancia periodística-periférica- llegó al poder en 2020.
Incluso, se llegó a sostener que ambos signos de “abuso de poder” -altos sueldos e inobservancia de contrapeso en los poderes públicos- ipso facto desaparecería (campaña oposicionista-electoral 2020), pero a dos años de esa promesa-perorata ni los altos sueldos, ni la falta de contrapeso en los poderes públicos han desaparecido, sencillamente porque el discurso político-periodístico, al respecto, era eso: politiquería barata; y por demás gajes del oficio, pues, no es verdad, al menos en nuestro país, que lo que sube baja o, que un partido, por altruismo o pendejismo democrático, vaya a repartir lo que una mayoría -ciudadana- le delegó en las urnas. Si así fuera: ¿por qué el PRM – no le regala al PLD o al PRD cinco o seis senadores y diputados, para que haya un mejor contrapeso -representativo-democrático- en el Congreso? Sencillo: porque eso, universal y políticamente, es pura ficción. Ninguna democracia funciona así… (¡pura pamplina!).
Y estaba bien que el PRM-oposición levantara y atizara ese discurso-crítica -en procura de ganancia política-electoral-; pero a quien no le iba era a esa jugaría periodística-mediática (periferia política del PRM) disfrazada de “hacedores de opinión pública” o de periodistas dizque “objetivos”, impolutos e “independientes”. !Por favor!
Ahora lo que hemos visto, contrariamente, es que se han aumentado los sueldos -aunque el presidente, por presión social-mediática, los ha desaprobados (los muy sonoros)- y la otrora jauría de “hacedores de opinión pública” o está, en todo su derecho, disfrutando de la dolce vita (allende los mares) o repleto de publicidad estatal. Y los que no, dándose golpes en el pecho …. (una manera sui géneris de autoflagelación).
Dígame usted, entonces, si Shakira no tenía razón cuando cantó “Ciego, sordo y mudo”. Y ha sido tanto el éxito, como en los gobierno del PLD, que ahora hay “periodistas” especializados en hacer vocería mediática -disfrazados de “analistas políticos” (o mejor dicho, de manipuladores de percepción pública inducida)- de líderes o proyectos políticos a mudanza y acarreo o, a futuro decreto…( !que bellacos!). Pero ni modo.