La semana pasada participé en dos eventos importantes para la autonomía de las personas con discapacidad de nuestro país. Sin temor a equivocarme, puedo decir que se trató de dos noticias que traerán cambios importantes en la forma en que se aborda la formación técnica, la gestión de empleo y la garantía de derechos e inclusión.

Lo primero, el Instituto Nacional de Formación Técnico-Profesional (Infotep) presentó su política de inclusión, la cual se enfoca en dos principios fundamentales: la garantía de formación de calidad y la creación de entornos de aprendizaje inclusivos. Esta política busca asegurar que todas las personas, independientemente de su condición física, cognitiva, social o económica, tengan acceso a una educación técnica de calidad, que les facilite insertarse en el mercado laboral.

El principio de garantía de formación de calidad implica que Infotep se compromete a proporcionar capacitaciones accesibles para todos, eliminando cualquier barrera que pueda impedir el acceso equitativo. La política no se limita a mejorar las plataformas o infraestructuras; también incluye la formación de los facilitadores con guías y metodologías para hacer que todo el contenido esté al alcance de cualquier estudiante de manera amigable.

El impacto de esta política es significativo, debido a que aborda las dificultades que enfrentan muchas personas con discapacidad para acceder a la formación técnica y profesional. Al eliminar las barreras, Infotep promueve la inclusión, a la vez que contribuye a la reducción de la pobreza y a la dependencia económica.

La segunda gran noticia fue la firma del acuerdo entre la Fundación Francina y la Dirección General de Bienes Nacionales, a través del cual el Estado dominicano cede a la fundación un inmueble para la instalación del Centro de Habilidades, Aprendizaje y Desarrollo de Autonomía (HADA). Ya antes me he referido a este centro, como una aceleradora de talento y productividad de las personas con ceguera y baja visión en nuestro país.

La propiedad, que se encuentra en Villa Consuelo, se equipará con espacios para pasantías, modelos de empresas sociales y un centro de recursos educativos ampliado. Cuando mostramos este proyecto en nuestra celebración de Bastón Blanco de 2023, dijimos que nos costaría alrededor de 26 millones de pesos y que generaría unos 300 empleos directos e indirectos, sin contar con que formará a miles de personas.

Por eso suscribimos por completo las palabras del señor Rafael Burgos, director general de Bienes Nacionales, quien dijo que el presidente Luis Abinader le llamó insistentemente para que prestara atención a este proyecto. Y es claro, el Centro HADA es el único de este estilo en la República Dominicana, con criterios de desarrollo sostenible, fortaleciendo las capacidades y sin exponer la vulnerabilidad de las personas.

Ahora lo que nos queda por delante es continuar concertando alianzas para que las empresas y otras organizaciones formen parte de un proyecto que sin dudas revolucionará la forma de abordar la inclusión de personas con discapacidad en nuestro país. El Centro HADA contempla instalaciones innovadoras, con espacio para que la Agenda Digital del país cuente con principios de diseño universal, de manera que las soluciones I+D partan de todas las poblaciones, incluyendo las que tienen algún grado de ceguera.

Con estas noticias, tenemos para celebrar durante todo el mes. Y no diré más, pero sé que hay al menos otros dos proyectos importantes que se presentarán pronto y que aportan al cambio de mirada de la inclusión y la accesibilidad. Ya les contaré qué tal.

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