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A las 11 de la mañana, hora de Washington, tomará juramento, Donald John Trump MacLeod, como presidente 47° de los Estados Unidos de América y lo hará en la Rotonda del Capitolio, ubicada justo debajo de la gran cúpula, dadas las temperaturas extremas que se pronostican para hoy.
La última vez que hubo que realizar estas ceremonias en el interior, fue en la segunda juramentación de Ronald Reagan en 1985. Es por lo general un día frío, pero esta vez será mucho más frío que lo usual. La fecha coincide con la celebración del día Nacional de Martín Luther King.
Con 35 palabras pronunciará el juramento que representa su adhesión a la defensa de la Constitución americana y su desenvolvimiento como presidente de los Estados Unidos, en su vuelta a la Oficina Oval, tras cuatro tórridos años fuera de la presidencia del país más poderoso del mundo.
Dos presidencias no consecutivas y un convicto que la asume. Toda llegada al gobierno y más de un país con influencia universal en sus decisiones, crea expectativas, esperanzas, cambios radicales y definiciones.
En este caso, presagiada por vientos helados, la llegada de Trump representa miedo, dudas, recelo, temor para millones de personas, incertidumbre del futuro inmediato por los anuncios del propio Trump con tambores de venganzas sonando a peligroso ritmo y de los que le acompañan en esta incierta aventura de gobierno, con un aluvión de medidas ejecutivas, decretos presidenciales para nosotros, la deportación masiva de inmigrantes indocumentados, multiplicando el desasosiego de quienes han sacrificado todo en busca de un futuro en USA. Su obsesión con la frontera Sur, será motivo de muchas noticias preocupantes.
Lo colocación de aranceles a productos importados para “defender” al obrero americano, que traerá otras consecuencias indeseables que afectará la economía cono boomerang incontrolable.
A pesar de la marcada relación con personeros dominicanos e intereses comerciales en algún momento, no invitó al Presidente Abinader, nuestro Presidente, con una señal inequívoca que los más agudos analistas sabrán interpretar.
Como afecte nuestro país y su economía, está por verse y se definirá en corto tiempo. En lugar de esperanzas, el ascenso a la presidencia, provoca miedo, en el recrudecimiento de conflictos que afectan la paz mundial. Su negacionismo ha de traer enfrentamientos mayores y su política aislacionista será fuente de numerosas polémicas, aun con aliados tradicionales de USA, inclusive con amenazas de retirarse de la OTAN.
Trump se repunta una pesadilla impredecible para Europa y la visión de los líderes de ese continente, es definir que tanto los afectará su llegada al poder. Nada será igual y aunque ha anunciado que se propone evitar la tercera guerra mundial y lograr la paz en Medio Oriente, todas son dudas, temores, incertidumbres en el miedo a la propia personalidad y temperamento de multimillonario neoyorquino.