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Permítanme expresar mi más profundo agradecimiento por su presencia en este evento tan especial, en el que conmemoramos el 60 aniversario de la fundación del Consejo Nacional de la Empresa Privada y el Día Nacional de la Empresa Privada.
Presidir el Conep en este momento histórico, es un honor y un orgullo. Es un privilegio estar acompañado por la Junta de Directores, que representa prácticamente todos los sectores de nuestra economía en todas las regiones del país, y enarbola los valores que promueve esta institución.
Durante estas seis décadas, el Conep ha sido clave, ejerciendo un liderazgo con compromiso y responsabilidad, pensando en el bienestar de todos, contribuyendo con el crecimiento económico del país para alcanzar mayores niveles de bienestar social.
Sin lugar a duda, hoy son muchos los retos en esta acelerada modernidad. Sin embargo, hagamos una pausa y viajemos a 1963, cuando la República Dominicana transitaba el camino a la democracia después de la dictadura.
Fue en este contexto que se formó el entonces Consejo Nacional de Hombres de Empresa. La motivación de la convocatoria era necesaria: “Promover la representación conjunta y permanente del sector empresarial”, a través de una agenda que permitiese defender la democracia, reivindicar la iniciativa privada y la libertad de empresa, consagrar derechos como la propiedad, y de esta forma promover el desarrollo.
En aquel momento, nació la idea de crear un conglomerado empresarial que se convertiría en la voz representativa del sector privado a nivel nacional.
Rindamos tributo a aquellos que forjaron lo que hoy somos y allanaron el camino que transitamos. Gracias a nuestros fundadores, pasados presidentes y a las generaciones que condujeron al Conep de hoy.
Gracias a nuestros socios conformados por 74 empresas y 59 asociaciones que congregan a más de 60 mil empresas de todo el país.
A lo largo de los años, el Conep se ha fortalecido, ha crecido y se ha adaptado a los cambios de la sociedad. Recordamos como en 1995 se reflejó la necesaria visión de equidad entre hombres y mujeres, así como de sumar a todos los sectores de nuestra economía a ser parte de la institución, y cambiamos el nombre Consejo Nacional de Hombres de Empresa a Consejo Nacional de la Empresa Privada. Nuestra visión es clara: promover el desarrollo económico, social y sostenible del país.
Recordar con orgullo la historia de nuestra institución, nos permite reafirmar el compromiso con el presente y futuro de la República Dominicana.
Gracias al gobierno actual del presidente Luis Abinader y a los anteriores que han apoyado el desarrollo del sector privado, promoviendo el diálogo y propiciando que nuestro país avance con un triángulo virtuoso conformado por estabilidad política, crecimiento económico sostenido y paz social, hoy contamos con un clima de confianza necesario para afrontar los desafíos y alcanzar mayores niveles de desarrollo económico y social.
En ese contexto, nuestra economía ha experimentado un crecimiento notable en la última década, posicionándose como una de las más dinámicas y con el mayor crecimiento económico promedio de América Latina y el Caribe. Durante los últimos 53 años, el PIB del país promedia un crecimiento de 5.2% que nos ha llevado a ser la octava economía de Latinoamérica, y ya hoy todas las proyecciones indican que en este 2023 nos convertiremos en la séptima economía, superando a Ecuador.
Soy testigo de un sector empresarial pujante, pero sobre todo empático y solidario. Más allá de las cifras y estadísticas, este desempeño ha tenido un impacto positivo en nuestra gente.
Según la Cepal, del 2009 al 2021 en nuestro país hubo una reducción de la pobreza en 16.9%. Recientemente, nuestro Ministerio de Economía señaló que la pobreza monetaria general se redujo adicionalmente en 2.1% al 2022. A pesar de las secuelas de la pandemia y la inflación internacional, la iniciativa privada contribuye a que cada año más dominicanos, mejoren su condición de vida.
Es importante resaltar que en nuestro país existen condiciones que sobre la base del respeto permiten el diálogo entre los distintos sectores de nuestra sociedad. Todo lo anterior contribuye a fomentar la paz social que hoy tenemos.
Estabilidad política, crecimiento económico, paz Social son los tres elementos del triángulo virtuoso que hemos mencionado y que ha sostenido la base de nuestro modelo de desarrollo, un tesoro que hemos construido y que juntos estamos llamados a preservar y fortalecer.
Hoy que también celebramos el Día Nacional de la Empresa Privada, quisiera destacar la contribución del sector empresarial en nuestro país. Las acciones valen más que las palabras.
Se evidencia el compromiso de las empresas privadas con la estabilidad social, a través de aumentos salariales del sector privado, acordados mediante el diálogo tripartito con los representantes sindicales y el Gobierno, que han superado en promedio el 40% en menos de 18 meses, en medio de las situaciones económicas adversas globales causadas por la pandemia y por la guerra en Ucrania.