En toda actividad que emprendamos en la vida, la disciplina es fundamental, si queremos alcanzar el éxito. En ese sentido, hay muchas personas que tienen un alto coeficiente intelectual, y, sin embargo, no han triunfado en la vida. Esto se debe a que tienen inteligencia, pero no disciplina.
En cambio, hay personas que no tienen un coeficiente intelectual elevado, pero son disciplinadas, y es que al final de la jornada la disciplina vence la inteligencia. No estamos diciendo con esto, que ser inteligente no sea importante, claro que lo es, para lograr el éxito, lo que queremos destacar es que el hecho de que una persona no tenga un coeficiente intelectual elevado, no es excusa para que esta no pueda alcanzar el éxito.
En este contexto, la disciplina es un compromiso y una responsabilidad que asumimos para lograr un objetivo, por ello no se trata de una obligación, imposición, o camisa de fuerza. En cambio, nos referimos a impregnarle: visión, pasión, coraje, y entrega, poner el corazón en lo que estamos haciendo.
Es ese mismo orden, la disciplina, proviene del compromiso que asumimos. Por tal razón, en el concepto disciplina no caben elementos que provengan del exterior, no caben palabras como: imposición, obligación, tiene que ser algo que provenga del interés de la persona. La idea es, que seamos capaces de convertir deseo y voluntad en uno solo. Esto, solo se logra con disciplina.
En ese sentido, es importante traer a colación lo que dice el conferencista de origen japonés y nacionalizado colombiano Yokoi Kenji, cuando expresa que a los latinoamericanos, nos resulta más difícil triunfar, porque somos menos disciplinados. Sin embargo, él plantea que los japoneses no es que sean más inteligentes, sino que tienen una férrea disciplina. En ese orden, Kenji expresa que: “La disciplina tarde o temprano vencerá la inteligencia”.
Por tales razones, la disciplina es el instrumento que nos permitirá vincular las metas con los objetivos. Esto quiere decir, que la disciplina es el elemento fundamental, que al final nos conducirá al éxito.
En síntesis, la disciplina es el elemento catalizador que nos impulsará hacia el éxito. Sin embargo, esto implica que, todos los días debemos mantenernos trabajando en mejorar y fortalecer nuestra disciplina. De manera, que cada día con la realización de pequeñas acciones, pero de manera constante, nos acerquemos hacia la meta que nos hemos trazado.