Para lograr una reforma integral y efectiva de la Ley 87-01 es necesaria la participación activa, decidida y permanente de la población, solo con la corresponsabilidad de todos los sectores de las fuerzas vivas será posible lograr transformar la República Dominicana en una nación donde las personas cuenten con una protección social integral y vivan con dignidad.
La Ley de la Estrategia Nacional de Desarrollo compromete a todos los dominicanos a trabajar unidos para transformar la “República Dominicana en un país próspero, donde las personas viven dignamente, apegadas a valores éticos y en el marco de una democracia participativa que garantiza el Estado social y democrático de derecho y promueve la equidad, la igualdad de oportunidades, la justicia social, que gestiona y aprovecha sus recursos para desarrollarse de forma innovadora, sostenible y territorialmente equilibrada e integrada y se inserta competitivamente en la economía global”.
En ese orden el primer eje estratégico plantea la conformación de “Un Estado social y democrático de derecho, con instituciones que actúan con ética, transparencia y eficacia al servicio de una sociedad responsable y participativa, que garantiza la seguridad y promueve la equidad, la gobernabilidad, la convivencia pacífica y el desarrollo nacional y local”.
El segundo eje define los objetivos y líneas de acción para la construcción de “una sociedad con igualdad de derechos y oportunidades, en la que toda la población tiene garantizada educación, salud, vivienda digna y servicios básicos de calidad, y que promueve la reducción progresiva de la pobreza y la desigualdad social y territoria”.
Dentro de este eje están identificadas las debilidades del Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS). El legislador estableció que para el 2011 todos los dominicanos y residentes legales estarían cubiertos en la seguridad social, sin embargo, a 20 años de vigencia de la Ley 87-01 los principios de universalidad, integralidad y libre elección continúan siendo un gran reto para lograr una adecuada y efectiva protección social, en el caso del seguro familiar de salud existen fuertes barreras, como la limitada y discriminatoria cobertura a través de un catálogo de procedimientos y servicios, entre otros, mientras que en pensiones el modelo no garantiza el disfrute de una vejez digna.
Visto lo anterior, los afiliados del SDSS tienen el derecho a contar con cobertura ante toda condición de salud y acceso a los medicamentos requeridos para restablecer la salud.
La sociedad dominicana requiere de una reforma integral a la seguridad social que humanice y dé sentido social a la ley, en ese sentido debe garantizar la cobertura del plan básico de salud sin listados y catálogo de servicios, habida cuenta de que las personas no pueden escoger enfermarse solo de las condiciones de salud y/o servicios establecidos en listas y aprobados en perjuicio de la cobertura integral y total que deben recibir las personas humanas para solucionar cualquier problema de salud que les afecte.
En el siguiente número presentamos recomendaciones para una reforma que beneficie a los afiliados.