La Zona Colonial es sinónimo de confusión. Los últimos doce años la han sometido a remodelación, pero al tratar de hacerlo bien las cosas están saliendo mal. Si las autoridades, los empresarios, la iglesia y los comunitarios no se reúnen para buscar soluciones la desobediencia civil va a tomar las calles, empezando por tirarles piedras a las bodas, y quitar las bolas que impiden los parqueos. Las autoridades deben decidir si por el momento declaran a la ciudad peatonal porque como está es imposible que el hospital Padre Billini pueda recibir una emergencia y ni hablar de la inconformidad de los vecinos con la instalación soterrada de los servicios de telecomunicaciones y electricidad al mismo tiempo.

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