Una vaina es, según el diccionario de la Academia, una funda metálica, de cuero o de cualquier otro material para armas blancas o instrumentos cortantes o punzantes, también la cáscara que recubre las semillas de algunas plantas, pero para los dominicanos es cualquier cosa u objeto que tenga existencia real o imaginaria o que ocupe un lugar en el espacio.
Pásame esa vaina equivale a pedir una mochila, un papel, una cartera, un libro, cualquier objeto imaginable que esté al alcance de la mano. Yo no entiendo esa vaina puede ser que no se entienda un concepto, una idea, un mecanismo, una decisión, una doctrina, una costura, una actitud y un sinfín de elementos más.
Me salió con una vaina puede significar me salió con una excusa, con una ofensa, con una mentira, lo que puede dar lugar a una airada respuesta: le dije cuatro vainas para que vea cómo es la vaina conmigo porque a mí nadie me puede venir con vainas. Cada vaina del párrafo anterior tiene un matiz de significación diferente, que solo es posible conocer debidamente si se es dominicano.
Que atienda su vaina puede referirse a prestar atención a lo que se está haciendo en un momento determinado, equivale a no distraerse.
La vaina es así puede significar que se ha entendido un proceso o señalar lo irreparable de una situación o el estricto sentido de una norma, de un reglamento, o una consecuencia irremediable.
Cuando se habla de una persona impredecible es que sale con cada vaina o uno nunca sabe con qué vaina va a salir, así que es necesario estar preparado para cualquier vaina con que esa persona reaccione.
Es la misma vaina significa que una situación o un objeto cualquiera es semejante o parecido a otro, y suele ser una frase que pone punto final a las diferencias políticas o a las discusiones sobre las virtudes y defectos de los candidatos.
La palabra vaina, cuyo significado y uso resultan multifuncionales en el habla coloquial caribeña, tiene también un lugar en el catálogo de las 31 enfermedades que afectan solamente a los dominicanos, como la saranana, la garrapela o el “pecho apretao”; entre esas patologías figura “una vaina rara”, enfermedad que la ciencia hasta hoy no ha conseguido explicar pero que para los dominicanos tiene una cura que solo ellos conocen.