No es casualidad que ante el inesperado retorno al país del presidente Danilo Medina por la amenaza del huracán María, quien hablara ante la 72va Asamblea General de la ONU en su representación, lo fuera Miguel Vargas. Todo el que tiene alguna referencia del actual Secretario General de esa entidad, el portugués Antonio Gutierres, sabe que entre él y nuestro canciller, hay una relación política de mucho tiempo, ya que ambos han sido importantes dirigentes de la Internacional Socialista.
En su brillante presentación, el Canciller supo defender la propuesta del presidente Medina, de que es necesario que ese organismo no sólo brinde solidaridad a los países luego de los huracanes, sino que se destine un fondo especial con el cual se ayude a las naciones que son devastadas por los fenómenos naturales desde antes que estos les afecten. El Canciller dominicano llamó a los países que conforman la ONU a enfrentar con responsabilidad ese problema. De manera precisa dijo lo siguiente: “Mi país trae ante esta Asamblea, nuevamente, la propuesta de crear un fondo especial para enfrentar este tipo de catástrofes, y para la prevención y alerta temprana, que nos permita preservar la vida.”
Con su participación en la ONU, Vargas reafirmó su calidad como canciller. Estoy convencido de que entre las razones del presidente Medina al nombrarlo como canciller, estuvo el papel que este pudiera jugar frente a ese organismo. Y su gran papel como mediador en la ONU ha dado importantes frutos. Hoy día, fruto del eficaz trabajo de negociación del Canciller, un dominicano llamado José Miguel Guzmán está a punto de ser elegido Director del importante Fondo de Población de las Naciones Unidas. Asimismo, por primera vez un dominicano podría ser elegido miembro no permanente del Consejo de Seguridad, para el período 2019-2020.
Cuando Vargas fue nombrado canciller, en muchos sectores del país hubo preocupación. Sin embargo, Miguel ha sorprendido de grata manera con su productiva y eficiente gestión. Unido a ese gran papel en la ONU, Miguel ha continuado la política de profesionalización del personal diplomático y consular de la Cancillería.
Asimismo, bajo su gestión la República Dominicana fue anfitriona de la V Cumbre del CELAC, a la que asistió más de una decena de presidentes latinoamericanos; ha impulsado acuerdos con varias naciones para eliminar el visado a los dominicanos; ha impulsado el funcionamiento del Instituto del Dominicano en el Exterior; inauguró el programa Cielo RD, para ayudar a los dominicanos del exterior cuando pierden un familiar y empezó a implementar un plan de difusión del Merengue en las delegaciones diplomáticas.
Pero una de sus acciones de mayor trascendencia ha sido lograr que la República Dominicana sirva de escenario mediador entre el gobierno y la oposición venezolana, para buscar una salida a la crisis que vive esa nación hermana. Ese hecho, que ha sido posible debido a su relación con los opositores venezolanos y con el Presidente, coloca a Vargas en una dimensión especial, y ha catapultado al presidente Medina y al país a un nivel de respeto sin precedentes en la comunidad internacional.
Por todo esto, podemos concluir expresando que Danilo tomó la decisión correcta al nombrar a Miguel Vargas como canciller. Y Miguel ha sabido llenar las expectativas de manera precisa. Para bien del gobierno y del país.