Ya el Estado y algunas empresas comenzaron a entregar el doble sueldo de diciembre, y el tiempo festivo de Navidad que se vive en este país desde hace más de un mes, seguramente ya le ha dado un destino, o más bien un fin, porque el sueldo 13 fenece entre tragos, juguetes y ropas que lo escurren como arena entre los dedos. Las pocas voces que llaman a guardar “pan para mayo” nunca suenan tan alto como escucharse en el atronador concierto de ofertas, y el jolgorio de estos días clausura toda posibilidad de pensar en el mañana. La regalía ya está caminando, pero todos sabemos que no llegará muy lejos, porque los brindis, el clima de fiesta, el derroche de alegría se viven en presente, ¿y mañana? Veremos…