Finalizado el período de entrevistas a los aspirantes a la Cámara de Cuentas, se abre un compás de espera y de expectativas hasta que los diputados terminen de evacuar las ternas, aunque es probable que el Senado tenga pre cocida la “cabeza” y algunos de los miembros porque impera, no la capacidad ni el desempeño de los evaluados sino una decisión política. Siempre ha sido, con el TC, la JCE, el TSE…Fue lo ocurrido con la elección del Consejo Nacional de la Magistratura, cuando titirimundi acertó en que sería Napoleón Estévez. Tan predecible es, que anda de boca en boca el nombre de la persona que presidiría la Cámara de Cuentas; dizque una mujer. Esa ha sido la historia de las vistas públicas en el honorable Congreso Nacional.
