En la declaración final de la cumbre UE-CELAC, los países de nuestra región salen bien librados porque se recogen puntos que históricamente han reivindicado, e incluso pese a que las reseñas de la prensa internacional titulan y entrecomillan que hubo una “condena a la guerra en Ucrania”, en el punto 15 solo se expresa “profunda preocupación por la guerra en curso contra Ucrania”, y se apoya “la necesidad de una paz justa y duradera”. De “condena” a “preocupación” hay un gran trecho. Otro logro de la región fue el rechazo al embargo a Cuba y catalogar de “tragedias atroces”, lo que nos remonta a los tiempos de la Colonia, “el inimaginable sufrimiento infligido a millones de hombres, mujeres y niños como consecuencia del comercio transatlántico de esclavos”.