“Nunca se ha podido cuantificar qué tanta influencia tiene, o comprobar si es cierto que los militantes y dirigentes comprados reciben beneficios a cambio de su transfuguismo. Participación Ciudadana entiende que esa cultura vergonzosa debe ser enfrentada por los propios partidos con medidas internas y con la elevación del nivel de ética y compromiso de sus militantes y dirigentes. Es muy sospechoso que tanta gente se juramente en el partido oficial en plena campaña electoral, pero eso no solo habla mal del partido que “compra” sino del partido cuyos miembros se “venden”. “La sociedad dominicana debe aspirar y seguir creando mecanismos para hacer desaparecer estas prácticas que han contribuido a crear desconfianza en instituciones tan importantes para la democracia como los partidos políticos”.