Hace varias semanas el ministro de Industria y Comercio tuvo una expresión consoladora, pero que encierra una trampa futura para el Gobierno y el país. Dijo: Si no fuera por el subsidio la gasolina estaría 50 pesos más cara y el gasoil 25 más. La misma lógica de Abinader el 27 de febrero pasado: Destinamos 240 millones de pesos diarios en 2022 solo para proteger (subsidios) a las familias dominicanas (unos 87 mil millones). Ayer la celebración fue que solo se destinarían esta semana RD$38 millones para subsidiar los combustibles. La trampa es que mientras más gente recibe una tarjeta o bono; mientras más subsidios existen, es porque hay más personas que lo requieren, lo que indica que hay más pobreza o gente necesitada. O si no, sería lo contrario.