La OEA inició ayer en Washington su 53 período de sesiones de la Asamblea General, y como cada año crea expectativas el tema haitiano. Incluso, se habla de un documento que insta a los estados miembros y a los observadores a la “facilitación inmediata de la seguridad y la asistencia humanitaria” para Haití. Por allí anda nuestro canciller, casi ronco de clamar en todos los foros internacionales, pero en la agenda de la OEA hay otras prioridades como Nicaragua, Venezuela y hasta Ucrania, pues va a disertar Zelensky por vídeo. Al pueblo dominicano cuando le hablan de la OEA, lo que le dan ganas es de llorar, y más con un secretario general sin peso específico, injerencista y belicista y que no anima el diálogo ni la negociación en ninguna parte.