Debido a que la JCE dio un “rapapolvo” al PRM por los militares que incursionan en política, una “bocina” palaciega desempolvó los cocotazos que el órgano electoral le dio en su momento a Roberto Rodríguez Marchena, director de Comunicaciones de Danilo, quien asumió humildemente, lo que no se ha hecho ahora, la admonición por meter la cuchara en cosas que se interpretaron como del debate electoral. Lo conveniente con el tema del uso de los recursos del Estado en la campaña electoral, no es justificarse porque otros lo hacían, sino que los servidores públicos ayuden con una práctica diáfana a desterrar esa “mala maña” y dediquen su tiempo a dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos y de las ciudadanas a los que sirven, o sea, a los que les pagan.

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