El presidente de Kenia, Willian Ruto, aprovechó su reunión con Joe Biden en Washington para dar un ultimátum a las bandas haitianas, como si sus horas estuvieran contadas. Dijo que las acabará con firmeza y decisión. Sorprende la declaración porque la ONU aclaró que los kenianos irían a Haití no como fuerza de paz o de interposición, sino en apoyo y a las órdenes de la Policía haitiana. Ruto estuvo tan determinado y bravucón que habrá que deducir que ya conoce el terreno y la ubicación de los bandoleros. Esperemos, porque por su poder de fuego y fama ganada, se estima que son bandas poderosísimas y, coincidencia o no, casi concomitante con la reunión Ruto-Biden llegó la noticia del brutal asesinato de tres misioneros precisamente norteamericanos.