Por los vaticinios que ya se están haciendo, la Ley de Partidos Políticos va a “purgar” al sistema de partidos de la República Dominicana. Comenzando con la nueva reglamentación o condición para obtener y conservar la personería jurídica, en buen castellano el reconocimiento, hasta llegar al tema de la distribución del botín que por ley se “reparte” del erario a los partidos reconocidos. Minoritarios y emergentes tienen en la Ley de Partidos una especie de Espada de Damocles pendiendo de sus cuellos. Probablemente haya muchos ruegos y oraciones entre los amenazados, sin importar que sean creyentes o ateos, para que a esa ley le pase algo y tropiece con un fallo de Inconstitucionalidad.
Después de todo, las clases no se suicidan.