La Procuraduría General de la República tiene en sus manos un hecho histórico. El caso del Jet Set lo menos que amerita es que a la investigación se otorgue la seriedad que merece, por lo que llama la atención que el Ministerio Público se ampare en el anonimato para filtrar informaciones. Primero divulgó, y lo atribuyó a “fuentes”, que se inició la investigación, y lo segundo fue sumamente grave: según “fuentes”, la Procuraduría inmovilizó bienes del propietario del Jet Set, medida cautelar que se supone autorizó un juez, pero la “fuente”, que tiene medios y comunicadores predilectos, no ofreció mayores detalles. ¿Por qué la Procuraduría despacha notas anónimas? ¿Por qué no da la cara y actúa con sigilo? ¿Se pretende establecer alguna narrativa aunque se vicie el proceso? Ojo al Cristo.