Hay detalles en apariencia intrascendentes pero que tras de sí está lo institucional y el respeto a la Constitución y las leyes. Nos referimos a depositar el Presupuesto General del Estado del año siguiente a más tardar el 1 de octubre, como parece volverá a suceder ahora porque ya el Consejo de Ministros aprobó el martes el proyecto para 2024. Aunque de trasfondo hay también un componente político que favorece al PRM, porque depositado dentro del plazo se aprobaría con mayoría simple, diferente a si llega más tarde pues precisaría de votación calificada. En los tiempos de Balaguer era un relajo, se esperaba a veces hasta finales de diciembre, y hubo ocasiones en las que no llegaba y se ejecutaba en el año siguiente el presupuesto del anterior.