Alejandro Castillo Paniagua (Quirinito) fue condenado a 30 años de prisión por el asesinato del español Gustavo Adolfo Cervantes. El hombre logró que le redujeran los cargos a sólo 20 años. Le diagnosticaron cáncer en la lengua. Posteriormente, prisión domiciliaria en San Francisco de Macorís. Luego certificaron su muerte, y lo “enterraron”, con lo que fue protagonizada una de las mayores burlas a la sociedad. Una trama que involucró al aparato judicial, abogados y médicos. Hasta una oficial civil certificó su entierro. Anda vivito y coleando. Ahora, el director del DNI Sigfrido Pared Pérez dice que el tipo entra y sale del país. ¿Si lo sabe, por qué no lo apresan?