La desazón campea entre venezolanos alrededor del mundo tras la reunión en Caracas de Maduro y Richard Grenell, enviado especial de Trump. Ese encuentro fue el viernes 31 de enero y al otro día, el 1 de febrero, a la petrolera estadounidense Chevron se le extendió la licencia de operación en Venezuela. Cuatro días después, EE.UU. suspende el TPS (Estatus de Protección Temporal) a 348.202 venezolanos. Lo más grave es que el Departamento de Seguridad Nacional dice que la suspensión es porque en Venezuela “hay mejoras notables en la economía, la salud pública y la delincuencia, que permiten que estos ciudadanos regresen de manera segura a su país”. ¿Que ya pueden regresar? Una burla, mientras de otro lado cacarean que maduro es un dictador “enemigo de la humanidad”.

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