Una tragedia tan grande como la de Jet Set, que ha generado tanta angustia, trae de positivo haber sacado a flote la mejor de las manifestaciones de la parte sana de nuestra sociedad, en la que abunda el que hace el bien sin mirar a quien; el que no pasa factura por lo que hace; el que apoya causas nobles sin pretender protagonismo. Han podido tener visibilidad, sin buscarlo ni proponérselo, personas e instituciones que siempre han estado ahí, inadvertidas, opacadas porque lo que más trasciende son las cuestiones negativas. La solidaridad, el sacrificio invaluable de gente que siempre está en primera línea, reconforta y da una idea de que la orfandad de paradigmas en la sociedad dominicana es solo aparente, y que no es verdad que todo esté perdido.