Por la presencia en República Dominicana de gobernantes de la región para la juramentación de Abinader, se promueve una mini cumbre que “pariría” un documento sobre Venezuela. Entre los visitantes hay que rechazan a Maduro, y otros que lo reconocen ganador, por lo que el gobierno dominicano, “dueño del pley”, debe hilar fino para evitar ruidos que opaquen lo principal, que es un acto de investidura que se están montando con esmero. El presidente Mulino de Panamá está un poco acelerado, y si el torpe de Almagro se deja caer por estos predios, se podría crear un ambiente de tirantez, con representaciones diplomáticas variopintas, que ven el problema desde otro ángulo, incluidas China y Rusia, y naciones latinoamericanas que se han quedado en el medio.