La verdad es que el alcalde de Santiago Abel Martínez ha dado de qué hablar. Puso en primer plano la inmigración haitiana ilegal, hasta al representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) Lorenzo Jiménez de Luis se refirió a su afirmación sobre la invasión, y su imaginario de que si Haití tuviese un Ejército nos invadiría. Y los nacionalistas, que tienen crédito acumulado, debieron salir a defender su posicionamiento. El alcalde Martínez, al margen de que se comparta o no su enfoque, lleva su bandera, y hasta presiona a Migración en su municipio. Es lo menos en quien “a veces habla solo con el problema haitiano”. Lo ocupa y preocupa.