Por más despistada que estuviera o que pretendiera estar, no es verdad que a leguas Margarita no supiera que donde penetró “por error” había una actividad de seguidores de Abel, su principal adversario en la interna del PLD. Más bien se trataría, al hacerse la graciosa, de una movida con la que estaría enviando un mensaje de cercanía o empatía con esa candidatura y, por qué no, de una posible mutual cuando se cuenten los votos porque como ella misma dijo, cuando con gentileza le cedieron el micrófono, todos son peledeístas y la noche del 16 de octubre estarían juntos. Sería una manera inteligente de no quedar fuera en caso de un honroso segundo lugar. Ahora, si se aparece en un acto de Domínguez Brito será cuestión de preocuparse.