Hay que empezar a mirar los números del 2020 para que no haya una mala lectura de aquellos resultados, en particular por los predios del PRM y del PLD que, hasta votaciones que lo contradigan, son los mayoritarios. Los “guruses” del PRM no pueden olvidar en su contentura que alcanzó apenas el 28.6 % del total de inscritos en el padrón y un 26.5 % como partido, por lo que Abinader encabeza un gobierno de base débil por su exigua y fragmentada votación, dispersa entre los que simpatizaban por él; los que lo hicieron por un cambio, los que sufragaron simplemente por el “se van” y debido también a la elevada abstención (récord de 44.71 % ), que perjudicó en mayor medida al PLD, con 1.3 millones de votos menos que en 2016.