Las visitas sorpresa son niñas mimadas del presidente Medina. Es una de sus apuestas sociales fundamentales. En algún momento, los técnicos de las diferentes dependencias advirtieron que había demasiados compromisos generados por las mismas, que los recursos eran insuficientes y que preocupaba que las promesas no se materializaran en los plazos esperados. Sin embargo, se mantuvo el mismo ritmo. Las inquietudes se hacen realidad. Sólo el Ministerio de Agricultura, en lo que sería su competencia dentro de las responsabilidades compartidas con el programa, tiene un atraso en 22 visitas. Los técnicos van, hacen los levantamientos, pero nada de arrancar. No estaría de más que el Presidente ordene una auditoría sobre la realidad de sus últimas visitas. Hay preocupación…