Semana Santa quedó atrás sin que dos figuras de trascendencia como Pilatos y Barrabás sonaran lo suficiente ni fueran proyectadas ni comparadas, en redes y memes, con personajes de nuestros días, como se hizo con Pagán y Judas, que traicionó y entregó a Jesús. En el caso de Pilatos, con el poder en sus manos, al momento de la decisión se le dificultó discernir y pensar con cabeza fría y complació el coro de la calle. Al dejar la escogencia a las masas vociferantes, que prefirieron al criminal, Pilatos, que podía soltar a Jesús, demostró debilidad y dejó para la historia una gran lección: Hay que aferrarse al bien y a la verdad, aunque se contraríen las voces de la muchedumbre.