Si es como se dice por ahí que a la procuradora Miriam Germán le pidieron que aguantara 45 días en el cargo hasta que se modifique la Constitución y se escoja quien la sustituya, debe cuidar de salir por la puerta ancha y no sujeta a cuestionamientos como los que provocó el aparatoso apresamiento de Hugo Beras, en el que se repitió el esquema: nocturnidad, espectacularidad, transgresión del Código con contaminación de la legalidad de la prueba, negación de derechos a una persona detenida y algunas barbaridades contadas por la abogada Laura Acosta y que implican a la familia de Hugo, y que habrían ocurrido durante la requisa. La esperanza es que no se despida doña Miriam con una carta en la que diga que no comparte el proceder de subalternos.