Recibió el aplauso de sus acólitos y hasta cayó graciosa la expresión y gesto poco comunes de Danilo para responder versiones de que su gobierno es responsable de los apagones que azotan. “De qué apagones del diablo me están hablando, si yo dejé este país totalmente iluminado”, exclamó. En boca de la mayoría de los políticos de lenguaje altisonante, hubiera pasado inadvertido, pero como Danilo no es hombre de reacciones agresivas ni irreflexivas puede ser el augurio de un tiempo de discursos de tono alto. Por eso, para los políticos en campaña, aquí va un consejo de monseñor Francisco José Arnaiz: “La emoción, por ciega e impulsiva, nos lleva con frecuencia a actuar precipitadamente y a que no pocas veces, después, nos arrepintamos de haber actuado bajo su presión”.