¿Recuerdan que Donald Guerrero contrató al lobista Connie Mack para presionar en EE.UU. por su prisión preventiva? Lo que unos criticaron y otros dieron un giro político, deja ver su utilidad con la “preocupación” expresada al Departamento de Estado por el congresista Michael McCaul, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso estadounidense, por el “uso excesivo” de la prisión preventiva en el país. Que llegara a Antony Blinken “envuelta” en la solicitud de proporcionar un recuento de cuántos ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes están actualmente encarcelados bajo esta figura, explica que no fue botado lo pagado al lobista (dicen que US$500 mil). De paso, McCaul “calentó” a Isiah Parnell, actual encargado de Negocios, con esta prenda: la “desconexión” entre Washington y la Embajada de EE.UU. en Santo Domingo.