Al principio, cuando Faride sería sacrificada, se dijo que Moreno marcaba bien en las encuestas. Más creíble fue que el interés era que la cara de Abinader figurara en la casilla presidencial de Alianza País. También se conjeturó que le darían la posición para que hiciera el “trabajo sucio” contra Leonel, examigo y ahora enemigo visceral, pero no resultó así. Lo interesante es que Moreno llegó al Distrito Nacional con una plaza que se daba por perdida y que ahora está disputada, por lo que el PRM lo tiene como hijo adoptivo y de su boca solo salen elogios personales para Abinader y su gestión. Tan ensimismado está, que en la campaña Moreno echó a Alianza País a un lado, su bandera y a sus entrañables correligionarios

Posted in Dan de qué hablar

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas