Con lo dicho por Paliza de que el PRM pondrá freno a las aspiraciones presidenciales extemporáneas y desmedidas, parece que, ¡al fin!, apareció alguien con sentido común entre los jefes de ese partido, que dan la sensación de que improvisan y de que andan detrás de los acontecimientos. La reacción es tardía porque no solo Abinader santificó esas aspiraciones, sino que para más rienda suelta exhortó a sus funcionarios a estar en contacto directo con sus comunidades, lo que han aprovechado algunos “presidenciables” para promocionarse. Así como a Paliza parece haberle llegado el sentido común al advertir el desmadre que se avecina, al presidente Abinader debiera llegarle el buen sentido para darse cuenta de que otra de sus culpas ha sido el temprano doble candado, también parte esencial del embrollo.