El Consejo Nacional de la Magistratura se aboca a evaluar y seleccionar a cinco nuevos integrantes del Constitucional que cumplieron el período para el cual fueron nombrados, entre ellos su presidente (tamaña tarea), pero ha sido bueno que esta vez no se haya escuchado el coro de los que meten a los suyos de contrabando clamando dizque por figuras “independientes”. En ese rejuego también ha caído el PRM, que ataja para que personeros y grupos de la sociedad civil se sirvan con la cuchara grande. Hay un grupo de esos que ha debilitado su rol de veeduría por la “fuga de cerebros” hacia cargos en el Gobierno. Son supuestamente “independientes”, que utilizan estas coyunturas como un mecanismo idóneo, una escalera, un trampolín, para acceder a las Altas Cortes y a puestos públicos.

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