El obispo Castro Marte escribe que no sería descabellado pensar que se puede hacer un confinamiento de motores para las fiestas de año nuevo y que solo circulen los que ofrecen algún servicio a la ciudadanía. Lo propone a partir del eterno saldo trágico y protagonismo de motores y motoristas en Nochebuena y Navidad. Antes se hicieron sin éxito propuestas de ese tipo, pero siempre tomadas a relajo, lo mismo que cuando Interior y Policía controla las horas de expendio de alcohol, porque estiman algunos que es irse por la tangente, pues si hay excesos no es por el alcohol, es por el que lo bebe. Lo mismo vale para la incautación o confinamiento de motocicletas, como si el imprudente fuera el motor y no el motorista.

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