Pese a su trascendencia, no ha recibido mucha publicidad el anuncio del presidente panameño José Raúl Mulino del “cierre” del Tapón del Darién, con el argumento de una caída de casi el 98 % en los cruces de personas rumbo a Estados Unidos. Como contrapartida, aumenta el uso de la ruta para el retorno. Quizá no ha sido importantizado lo que constituía un lacerante drama humano, ya que a algunos sectores, empezando por poderosos medios de comunicación de EE.UU., les resulta cuesta arriba reconocer logros a Donald Trump, quien precisamente anuncia que los cruces fronterizos con México han bajado también un 98 %, acorde con su promesa electoral. Lo más humano sería que los países directamente involucrados apliquen políticas que golpeen las causas que provocan tapones como el del Darién.