Asiste toda la razón a Waldo Suero cuando afirma que el pago con cheques a los servidores del Servicio Nacional de Salud es totalmente humillante, anárquica, atropellante y vejatoria. Parte el alma ver a médicos y enfermeras rodar por los suelos y ser pisoteados en medio de tumultos para poder cobrar por el trabajo que ya realizaron durante un mes; o sea, el maltrato es para poder acceder a su remuneración, no a una dádiva. Deberían organizar mejor esa modalidad “primitiva”, como la califica el presidente del Colegio Médico. Lo que no se entiende es esta suerte de auditoría dizque para ubicar “botellas” tras más de 14 meses en los que pudieron haberlo hecho.