Se dieron algunas lecturas y se dijeron “cosas” de los recientes asaltos a bancos, pero lo concreto es que la policía actuó con presteza y los resolvió. Una de las versiones fallidas sugería la posibilidad de que por tratarse de actos delictivos espectaculares a plena luz del día, desafiaban la eficacia y autoridad policial y ridiculizaban sus planes preventivos. Se decía también que era sospechoso y que podría haber intereses a la sombra que movían hilos con fines desconocidos. Todas esas conjeturas momentáneamente sirvieron de entretención y morbo, pero lo cualitativo es que la policía envió el mensaje de que está en capacidad de garantizar la seguridad y el orden, y de que puede resolver de manera convincente hechos raros que podrían haber creado incertidumbre e indefensión.