La rama de la ADP que se enzarzó en una guerra innecesaria con el Ministerio de Educación por la resolución 24-2017 mediante la cual se convocó a concurso para elegir directores regionales y distritales finalmente entendió que estaba en una desacertada carrera que no conducía más que a dañar el año escolar 2017-2018, y a desfigurar el gremio, ya que su “lucha” no tenía razón de ser y gradualmente se mostró que obedecía a intereses particulares y grupales. Ha cesado, pero lo hace sin reconocer el error, diciendo un día una cosa y mañana otra, tomando iniciativas judiciales y desistiendo, haciendo compromisos y consultas que luego olvida. Un triste final que nunca debió empezar. ¿Aprenderá a jugar?
¿Aprenderá?
La rama de la ADP que se enzarzó en una guerra innecesaria con el Ministerio de Educación por la resolución 24-2017 mediante la cual se convocó a concurso