Ante cada situación que provoca escándalos o coyuntura muy específica, se escuchan expresiones de que hacen falta leyes más estrictas, o que se necesita un régimen de consecuencias, pero si ponderamos las legislaciones vigentes contra el dolo y para prevenir la corrupción no harían falta nuevas leyes, sino que se apliquen las existentes. Son tantas leyes al respecto, que resulta difícil que otro país del área pueda competir con el nuestro. Ahora que el presidente Abinader promete un decreto para la creación del Sistema Nacional de Transparencia Anticorrupción, surge la misma pregunta de si realmente hacen faltan más leyes o que se instauren otras reglas. Pero como dice el refranero que lo que abunda no daña, que vengan más reglas para adecentar la vida pública, aunque sea “teóricamente”.